contienen 10 gramos (g) de azúcar en 3 galletas (30 g).
Por cada 3 galletas hay 2 cucharadas cafeteras de azúcar, es decir, la tercera parte del producto es azúcar.
Esto cubre el 20% de azúcar máxima recomendada para un adulto, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de niñas y niños, cubre el 25% del máximo recomendado. Con tan solo 3 galletas se cubre una cuarta parte de la cantidad de azúcar máxima recomendada para todo un día.
Es importante considerar la cantidad tan alta de azúcar que contiene este producto en una porción tan reducida, ya que actualmente vivimos una grave epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes.
Hoy día, limitar el consumo de productos altos en azúcares cobra mucha mayor importancia por su asociación a enfermedades como las que se mencionan y nos hacen más susceptibles a presentar complicaciones por otros padecimientos, como enfermedades infecciosas, ya que debilitan nuestro sistema inmunológico.
Sodio:
3 galletas contienen 136 miligramos (mg) de sodio.
Esta cantidad cubre el 6.8% del requerimiento total de sodio para un adulto en todo el día, de acuerdo con lo establecido por la OMS, así como el 9 % del requerimiento diario para una niña o niño.
La alta ingesta de sodio se ha asociado a padecimientos como presión arterial elevada (hipertensión), un grave problema en nuestro país, ya que de ser crónica puede desencadenar padecimientos como insuficiencia renal.
Grasas:
Contiene 6 g de grasa por cada 3 galletas.
La cantidad de grasa que contiene equivale al 38% de las calorías totales del producto, es decir, más de la tercera parte.
El consumo de grasa de manera moderada es importante para el cuerpo, pero lo recomendado es que provenga de fuentes saludables y no de productos ultraprocesados a base de harinas refinadas, azúcares y grasas.
Calorías:
Contiene 142 calorías por cada 3 galletas.
Esta cantidad de calorías es elevada para el tamaño de la poción, ya que cubre el 7% de las calorías recomendadas al día para un adulto, mientras que para una niña o niño cubre 9% de las calorías totales.
Es recomendable que el consumo de calorías provenga de alimentos ricos en nutrientes, no de calorías de azúcares y grasas saturadas. Existen galletas o postres que son ricos en nutrientes, elaborados con harinas integrales y sin ingredientes dañinos a la salud.
Ingredientes:
Harina de trigo, azúcar, aceite vegetal (contiene TBHQ), cocoa, jarabe de alta fructosa, leche descremada en polvo, sal yodada, almidón, emulsificantes (lecitina de soya, estearoil, lactilato de sodio), saborizantes artificiales (vainilla, crema), harina de soya, sólidos de leche, colorantes artificiales (amarillo ocaso FCF y sus lacas, rojo allura ac y sus lacas, tartrazina y sus lacas, azul brillante FCF, indigotina laca, caramelo clase IV).
Las Galletas Emperador sabor a chocolate están compuestas por 21 ingredientes diferentes.
Su primer ingrediente es harina refinada (la cual, a nivel sanguíneo, tiene una absorción muy similar a la del azúcar).
Su segundo ingrediente es azúcar y el tercero es grasa.
Además, contiene jarabe de maíz alta fructosa, el cual ha mostrado tener mayores impactos metabólicos que el azúcar de caña.
Contiene 6 colorantes artificiales, de los cuales 3 son altamente alergénicos, 3 están asociados hiperactividad y déficit de atención en niños, y uno de ellos es cancerígeno.
Contiene TBHQ, el cual ha probado aumentar la incidencia de tumores en modelos animales.
Mamut
Mamut, galleta con cobertura sabor chocolate y malvavisco, de Gamesa (30 gramos, 1 pieza):
Azúcares:
Cada Mamut contiene 12 gramos (g) de azúcar, lo que es el equivalente a 2½ cucharadas de la misma.
Tan solo una pieza pequeña cubriría el 24% del consumo máximo de azúcares añadidos para un adulto durante un día, mientras que para un niño, de acuerdo con las recomendaciones de consumo de azúcares añadidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta misma porción cubre el 30% de la recomendación diaria.1
Además de las altas cantidades de azúcares, observamos que contiene jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), un tipo de azúcar que representa un mayor riesgo para la salud por sus altos contenidos de fructosa.2
Dicho ingrediente se popularizó dentro de la industria procesadora de productos alimenticios por su bajo costo de producción, pero este tipo de endulzante representa mayores riesgos a la salud.3
Diversos estudios han señalado los fuertes impactos negativos en el metabolismo,4 como la elevación de glucosa, grasa en hígado, ácido úrico, grasa en sangre, resistencia a la insulina, entre otros. Es frecuente que este tipo de azúcar provenga de maíz transgénico.5
Este producto también contiene otro tipo de azúcares añadidos, además del JMAF, entre ellos azúcar (o azúcar de caña), fructosa y glucosa.
De hecho, 40% del producto corresponde a la mezcla de los distintos azúcares.
Grasa:
Contiene 6 g de grasa por cada paquete de una galleta, de los cuales 4 g son grasas saturadas.
Esto quiere decir que el 66% de las grasas del producto son saturadas.
La cantidad de grasa por el tamaño de la porción es considerable, ya que una galleta puede ser consumida rápidamente.
39% de las calorías totales del producto provienen de la grasa.
Sodio:
Contiene 73 miligramos (mg) de sodio por porción, lo que cubre un 3.7% del sodio total recomendado para un adulto y el 4.8% de la recomendación para un niño, según la OMS.6
Existe una relación directa entre el alto consumo de sodio y valores elevados de presión arterial.7
Energía:
Cada porción aporta 138 calorías.
De acuerdo con las recomendaciones de ingestión de nutrimentos para la población mexicana, donde el promedio de consumo al día es de 2,000 calorías en adultos y 1,579 calorías en niños,8 una porción de una galleta cubre el 6.9% y 8.7% del consumo calórico total por día para adultos y niños, respectivamente.
Este aporte de calorías es alto en proporción al tamaño de la porción, especialmente considerando que la principal fuente de calorías proviene de azúcar (primer ingrediente), harina refinada (segundo ingrediente) y grasa (tercer ingrediente).
Es importante que las fuentes de calorías provengan de alimentos ricos en nutrientes, no de azúcares y grasas, ya que esto tiene un impacto negativo en el organismo.
Fibra:
Contiene 1 g de fibra por paquete, debido a que el tipo de harina que contiene es refinada.
Los expertos recomiendan limitar al máximo el consumo de harinas refinadas debido a su bajo aporte nutricional y de fibra, y porque se ha observado que las harinas refinadas tienen una absorción similar a nivel intestinal que el azúcar.9
Ingredientes:
Azúcar, harina de trigo, grasa vegetal (contiene antioxidantes TBHQ, palmitato de ascorbilo, tocoferoles), cocoa, fructosa, glucosa, jarabe de maíz de alta fructosa, leche descremada en polvo, glicerina, grenetina, sal yodada, emulsificantes (lecitina de soya, ésteres de propilenglicol de ácidos grasos, monoestearato de glicerilo, estearoil lactilato de sodio, hexametafosfato de sodio), almidón de maíz (contiene sulfitos), sabor natural y artificial a vainilla, proteína de soya, BHT (antioxidante), caramelo clase IV (colorante).
25 ingredientes en total. Cuatro diferentes tipos de azúcares (azúcar, JMAF, fructosa y glucosa), diferentes tipos de grasas, contiene TBHQ, un antioxidante con impactos negativos en el organismo y un colorante (caramelo clase IV), para el que se utilizan sulfitos y amonio en su preparación, lo que genera dos residuos cancerígenos.
Colorantes:
Caramelo clase IV. Se elabora con sulfuros y amonio, que al calentarlos producen subproductos llamados 2-metilimidazol y 4-metilimidazol (2-MI y 4-MI), los cuales han demostrado estar asociados a diferentes tipos de cáncer.
En el estado de California, al colorante clase IV se le clasificó como un colorante cancerígeno por el tipo de procesamiento al que se le somete.10 Son tan contundentes los estudios que si algún producto excede los 29 microgramos, éste debe contener una leyenda precautoria que establezca su riesgo al cáncer.11
En el presente caso se desconoce por completo la cantidad de la sustancia.
Es importante mencionar que este colorante también lo encontramos en varios productos de uso cotidiano, de tal forma que los consumidores nos encontramos expuestos a estas sustancias dañinas de forma rutinaria.
Aditivos:
TBHQ. Es un conservador que ha demostrado ser tóxico. Aunque suele ser catalogado como un «antioxidante», es importante observar que es un producto químico sintético con propiedades antioxidantes ―NO es un antioxidante natural.
Este aditivo químico evita la oxidación de las grasas y aceites y extiende la vida de anaquel de los alimentos procesados.
Con base en estudios con animales, los peligros para la salud asociados con TBHQ incluyen:12
- Efectos en el hígado a dosis muy bajas.
- Resultados positivos en las pruebas de mutación in vitro en células de mamífero.
- Cambios bioquímicos en dosis muy bajas.
- Efectos en la reproducción a dosis altas.
- Aumento de tumores en modelos animales.13
Se recomienda evitar.